Hola. Hoy voy a extenderme
un poco más. Quiero explicarte por qué una trilogía.
Yo siempre
había dicho que nunca escribiría una. No me gusta nada leer un
libro y tener que esperar un año o más, hasta que el autor sacase
la siguiente parte. Por eso lo tenía claro cuando comencé a
escribir “La leyenda de Aranday”. Sabía cuál iba a ser el
principio y el final de mi novela.
Pero…,
cuando estaba a punto de terminar mi historia, me di cuenta de que en
el inmenso universo de mundos que me había inventado, existía la
posibilidad de que hubiera diferentes historias.
Los
personajes nuevos iban llegando a mi cabeza, empujando y… puede
decirse que no me quedó más remedio que continuar. Lo hice, pero de
otra manera. Una trilogía diferente, con libros que cada uno tiene
su principio y su final, que se pueden leer sin necesidad de haber
leído el anterior. Historias que, aunque parezca que no tienen nada
en común, al final comprendemos que tienen mucho.
De todas
formas, yo te animo a que los leas en orden; ya sabes: La leyenda de
Aranday, El último sedeenario y… pronto Dagoyamaya la eterna.